
Muy ad-hoc con la temporada navideña.


En pasados días tuve una experiencia singular, pero antes de relatarla, debo explicar que es muy común que en mis sueños sostenga una búsqueda frenética encaminada a encontrar un baño donde pueda lleva a cabo mis deposiciones, afortunadamente siempre hago el ansiado hallazgo aunque por alguna razón que no entiendo siempre es en un lugar público, y hay un grupo de personas que me puede ver durante tan íntima actividad fisiológica, pero ninguna de ellas parece molestarse o extrañarse, lo ven de lo más natural a pesar de que yo estoy sufriendo tal exposición; bueno, pues volviendo al punto, un sábado temprano, me desperté y fui al baño estando de visita en casa de mis papás, esta vez solo para miccionar, pero al momento de intentar abandonar el recinto, la cerradura no llevó a cabo sus funciones y la puerta no abrió para dejarme salir, o sea, que me quedé encerrado en el baño, mi papá no estaba, lo oí minutos antes salir a caminar y los demás estaban todos dormidos. Intenté mantener la calma y el oxígeno, y tratando de no hacer mucho ruido seguí operando la cerradura sin asomo de éxito, después ya no me preocupé por el ruido y empecé a desarmar la cerradura desde dentro consiguiéndolo a medias, ya los demás se despertaron e intentaron ayudarme con herramientas improvisadas que se tenían a la mano (hasta una tarjeta de descuento de Farmacias del Ahorro) pero todos los inte
ntos fueron en vano.

En pasados días asistí a ver la película Rango, animación que se escenifica en el desierto. Siempre he pensado que este tipo de películas, aunque son evidentemente para niños, tienen elementos que permiten que los adultos pasemos un rato agradable y Rango no es la excepción. A mí, en lo personal poco llama mi atención el asunto de los vaqueros y el oeste, así que no iba muy motivado, pero poco a poco me fui metiendo en la trama y sí llegué a disfrutar las aventuras de tan singular camaleón, que hace las veces del sheriff de un pueblo semi abandonado y con el representativo nombre de Dirt (suciedad) donde tienen problemas como los que podemos vivir día a día en nuestra comunidad, sobre todo en la actualidad con el factor corrupción manipulándolo todo. No es una película llena de color como Toy Story, ni de personajes tiernos y entrañables como Shrek o Walle, su ambientación es la arena del desierto, la madera podrida de las casitas en Dirt y los habitantes son animalitos donde predomina el tono gris, pero aún así, la temática, el carisma de Rango y la acción hacen olvidar lo deprimente del pueblucho.
